Fuimos a las Cuevas del Zumbador en Falcón
Partimos de San Felipe, estado Yaracuy rumbo a las Cuevas del Zumbador; en el Municipio Palmasola del estado Falcón. Atendiendo a la amable invitación que nos hizo el buen amigo el Dr Luis Aguilar, El camino asfaltado nos acompaña hasta Yumare. Aún restan casi 2 horas “rústicas” para llegar a El Charal y luego llegar a la casa de Don Demetrio donde hicimos la acampada. Luego 45 minutos a pie hasta la entrada de la cueva.
El camino a partir de Yumare es campestre. Arboles centenarios empinados sobre praderas y potreros, delimitados por estantillos y botalones. Los bosques de teca son parte de la retaguardia. Desde la finca de Don Demetrio en lo alto de la montaña se puede divisar el mar. La cueva estuvo sumergida, y como evidencia hay abundancia de fósiles marinos incrustados en la tierra. La entrada a la cueva cerrada es a través de un río que nos cubre hasta media cintura y nos acompaña a diferentes profundidades, hasta el final… donde nos espera una poza de más de dos metros y medio de profundidad. En la cueva abierta El recorrido es de 600 metros siguiendo el cauce del río en aguas muy profundas y absoluta oscuridad Tomamos casi una hora de ida nadando, llenándonos de arte en movimiento… pausado y milenario: estalactitas y estalagmitas. Murciélagos por doquier nos baten sus alas en duelo y nos retan a chirrido limpio y llegamos al punto donde hay una cámara gigantesca llena de Guacharos que nos reciben con su canto ensordecedor y una lluvia de Guano. También abundan las arañas, cangrejos y los “zumbidos” de la plaga que nos aturde hasta casi el final de la cueva. Luego hicimos el obligatorio recorrido de regreso hasta la finca. De Don Demetrio que por esos días fue nuestro lugar de acampada. Fue una experiencia inolvidable una vez más nuestros pies nos llevaron a lugares espectaculares por eso te invito a que salgas y camines muévete y llegarás a lugares maravillosos donde te sentirás libre, Feliz y orgulloso de ser Venezolano.
El camino a partir de Yumare es campestre. Arboles centenarios empinados sobre praderas y potreros, delimitados por estantillos y botalones. Los bosques de teca son parte de la retaguardia. Desde la finca de Don Demetrio en lo alto de la montaña se puede divisar el mar. La cueva estuvo sumergida, y como evidencia hay abundancia de fósiles marinos incrustados en la tierra. La entrada a la cueva cerrada es a través de un río que nos cubre hasta media cintura y nos acompaña a diferentes profundidades, hasta el final… donde nos espera una poza de más de dos metros y medio de profundidad. En la cueva abierta El recorrido es de 600 metros siguiendo el cauce del río en aguas muy profundas y absoluta oscuridad Tomamos casi una hora de ida nadando, llenándonos de arte en movimiento… pausado y milenario: estalactitas y estalagmitas. Murciélagos por doquier nos baten sus alas en duelo y nos retan a chirrido limpio y llegamos al punto donde hay una cámara gigantesca llena de Guacharos que nos reciben con su canto ensordecedor y una lluvia de Guano. También abundan las arañas, cangrejos y los “zumbidos” de la plaga que nos aturde hasta casi el final de la cueva. Luego hicimos el obligatorio recorrido de regreso hasta la finca. De Don Demetrio que por esos días fue nuestro lugar de acampada. Fue una experiencia inolvidable una vez más nuestros pies nos llevaron a lugares espectaculares por eso te invito a que salgas y camines muévete y llegarás a lugares maravillosos donde te sentirás libre, Feliz y orgulloso de ser Venezolano.
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