Travesia Monte Roraima 2017


Roraima - Venezuela


Durante mucho tiempo estuvo dando vueltas en mi mente ese nombre    (Roraima) siempre llenadome la cabeza de inquietudes, dudas y siempre haciéndome la misma pregunta ¿ Como será hacer ese viaje ?, sin embargo año tras año siempre por  alguna circunstancia decidía dejarlo para "después". 

Y así de repente y sin mucho tiempo para pensarlo llegó la  oportunidad, sin formalidades ni protocolos aceptamos la invitación del amigo William Miquilena y nos fuimos en un  plan de Mochileros hacia la Gran Sabana. 

Un largo viaje, dos días de carretera atravezando el pais en Bus, disfrutando del carisma de pasajeros  alegres que entre chistes y risas hacian olvidar el olor a orina que salia del baño  y un  fondo musical que nos regaló una pasajera cristiana con 20 gigas de pachanga religiosa en diferentes ritmos en la que coreaban " la paloma celestial"  



Llegamos en grupo 21 personas en total, con un importado desde  Argentina (Matias) y los demás provenientes de diferentes estados del país, hubo química y a pesar de lo numeroso y diverso del grupo la buena vibra y el entusiasmo siempre presente hizo que todos nos llevaramos muy bien y así comenzamos con armonía y mucha alegria esta travesia que sin duda alguna  cambió nuestras vidas.



Llegamos al casa del gran Emiliano en la comunidad indígena kumarakapay ahí instalamos nuestro campamento y pudimos descansar luego del largo y agotador viaje, aun quedaba un día para ir al Roraima así que aprovechamos de conocer algunos lugares turísticos cercanos  ( Pozo Azul y el Salto Pacheco ).




Ya en el campamento nos dispusimos a organizarnos y a prepararnos para partir al Roraima, abordamos los vehículos rústicos y hasta un camion fue necesario para llevar todos los morrales. 

Nos adentramos en la Gran Sabana por una carretera de tierra tan exigente que en algunos tramos hubo que bajarse a empujar y luego de aproximadamente una hora llegamos a la comunidad Paraitepuy considerado  el campamento base del Roraima donde  están las autoridades  de inparques quienes registraron los datos de todos y recibimos las recomendaciones y normativas para realizar la travesía.





Momentos antes de partir nos reunimos para escuchar a Regino quien dirigió al grupo unas emotivas palabras y una oración en la que nos  encomendamos a Dios todo poderoso y le pedimos con mucha humildad que nos acompañara y nos trajera con bien , sanos y salvos. 




" Se acabó el recreo " así suelo decir cuando toca concentrarse en el camino y comienza la exigencia física fuerte, la primera etapa de la caminata es bastante dura porque es muy empinada pero sobretodo porque uno siente el verdadero peso del morral y la manera en que se agota rápidamente el cuerpo y por momentos te hace dudar que puedas lograrlo.









Caminamos unas 4 horas y llegamos al campamento Río T`ëk, un lugar bastante agradable por el paisaje de fondo aunque la llovizna intermitente y los insistentes Puri Puri ( insecto carnívoro chupa sangre) nos obligaron a permanecer la mayor parte del tiempo dentro de las carpas, aprovechamos para descansar y al día siguiente bien temprano partimos a la siguiente etapa de la travesía.




Caminando y caminando atravesamos el Rio T`ëk y luego el rio Kukenan,  la corriente es bastante fuerte por momentos te empuja de los tobillos y si uno se descuida puede resbalar.


Seguimos caminando luego de varias horas aparece de nuevo el cansancio, el peso del morral se hace insoportable pero en ese momento oímos la voz del Pemon Emiliano que decía " entrenado para vencer, prohibido rendirse, prohibido morir" y enseguida nos cambió el humor y nos llenamos de energía para seguir el camino.



Llegamos al campamento militar donde por primera vez se disipo la niebla y se destapó el Roraima, de pronto se nos olvidaron los dolores, el hambre, el frío, dejamos de lado el cansancio y nos dispusimos a hacer una gran sesión fotográfica donde predominaba el tricolor nacional y de fondo a dos  gigantes, el Roraima y el Kukenan.









Pasamos ahí la noche y al día  siguiente partimos en la última etapa de ascenso rumbo a la cima del Monte Roraima.


Fuerte el ascenso una cuesta vertical que casi semejaba una pared, poco a poco con paso certero y cuidadoso nos enfrentamos a la subida y entre el barro y las rocas inestables nos fuimos abriendo paso acercandonos a la pared del tepui hasta que en medio de la espesa vegetación logramos tocarla.







Seguimos subiendo la rampa cada quien a su ritmo hasta que llegamos al tan esperado Paso de las Lágrimas, una caída de agua que da la bienvenida y te da una idea de lo frio y húmedo que serán los próximos días.






Es un tramo corto pero muy técnico es inevitable tomarse su tiempo en estos últimos metros de la  subida, y luego de un gran esfuerzo escalando las enormes rocas de la entrada  LLEGAMOS a la 
CIMA y Coronamos el Roraima a unos 2800 metros de altura. 






Se siente un choque de emociones muy grandes en el pecho y una explosión de imágenes en la mente, la sensación de libertad y de triunfo le sacan las lágrimas al mas pintao, llegar a la cima te hace sentir que tienes el mundo a tus pies provoca gritar y abrazar a alguien para compartir la  alegria. 

Tomamos muchas fotos y ya cuando llegaron todos caminamos sobre la  meseta del Roraima hasta el hotel Sucre una formación rocosa que se usa para organizar el campamento ya que proteje de la lluvia y el viento. 




Los días siguientes hicimos el recorrido entramos en otro mundo en uno de los ecosistemas más antiguos de nuestro planeta, algo completamente diferente: paisajes, rocas, flora y faunas únicos y sorprendentes. Aquí vive, por ejemplo, una pequeña rana negra, de no más de 1 cm, llamada Oreophrynella, fuimos a  los sitios mas conocidos en la cima tales como: el Valle de los Cristales,el Punto Triple donde se encuentran las fronteras de Brasil, Guyana y Venezuela, los Jacuzzi, el Abismo, La Fosa, La Ventana entre otros y  durante el recorrido entendimos porque Roraima es llamado el mundo perdido, diversas cantidad de piedras con formas hermosas formadas por la naturaleza, fueron 3 dias de caminar sin peso saltando entre las rocas, enfrentando el frio inclemente y la lluvia constante que no perdona descuidos mojando y enfriando todo a su paso. 












Llegó el día del retorno, nos despedimos del Roraima con cierta nostalgia pero al mismo tiempo mas que satisfechos y nos espera un largo e intrincado camino para regresar a tierras cálidas.

Valió la pena? SI, claro que valió la pena el sacrificio y el esfuerzo, valió la pena someter el cuerpo y la mente al límite de sus capacidades, nada de eso se compara con la grandeza de la satisfacción del logro, a la sensación de libertad, a toda la energía que te recarga en la montaña, a la alegria de conocer y compartir con gente buena, hombres y mujeres con quienes compartí esos días y establecer lazos de amistad que ojala duren muchos años y podamos compartir muchos otros caminos y aventuras, a todos ellos muchas gracias por su compañía y afecto.






Gracias a William por la invitación, gracias Emiliano por su ayuda y por recibirnos y hacer los  ratos agradables con su humor particular, gracias a Regino por entusiasmarnos a hacer este maravilloso viaje, gracias a mi esposa Rosybel por tu paciencia, tus arranques y por tu compañía definitivamente el viaje no habria sido lo mismo sin ti, gracias a Dios por permitirnos hacer la travesía y gracias a este maravilloso país Venezuela por ser tan grande, por darnos tantos paisajes y lugares hermosos para recorrer, ser Venezolano es un privilegio y lo digo desde el corazón y con humildad.



GRACIAS TOTALES!!!

Facebook Daniel Herrera Materan
Instagram @danielyardas 




















Comentarios

  1. Dani hermoso muy hermoso, gracias por compartir esto con nosotros creo que todos sentimos lo mismo que tú, espero que esté sea el inicio de una bonita amistad

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Fuimos a las Cuevas del Zumbador en Falcón

Ensenada Yapascua Junio 2017